Un Agosto, cuando yo tenía ocho años, pasé algo muy especial. Cuando llegué al rancho, mi abuelo me llevó al corral. Un caballo nuevo estaba allí. Era pequeño, negro y muy bonito. ¡Y que sorpresa! Mi abuelo me dijo: “Este caballo es para ti”. Yo no sabía que decir. mi abuelo me ayudo a montar y el empezó a enseñarme a montar a caballo. Yo pasé todo el mes con mi caballo. Me divertí mucho ese verano.